domingo, 23 de noviembre de 2008

Grados de libertad en la ducha

En física los grados de libertad de un cuerpo vienen a ser el número de traslaciones y rotaciones que le son posibles. Si el cuerpo flota en el espacio los tendrá todos (en tres dimensiones, hay 6 grados de libertad: tres traslaciones y tres rotaciones posibles - una por cada eje dimensional), si añadimos alguna restricción, vamos restándolos.

Pues una de las particularidades que más me molestan de los usos y costumbres estadounidenses (nótese que tras el comentario de Ariane, ya no uso la palabra americanos), es el número de grados de libertad que se permiten estos salvajes para darse una ducha

No, no es ninguna tontería, es algo bastante importante. Me explico: en nuestra madre patria (podríamos decir Europa, no?) incluso las duchas más normalitas tienen múltiples posibilidades:
#1. Se puede regular la cantidad (caudal) de agua
#2. Se puede decidir si sale por el grifo (generalmente para llenar la bañera) o por la ducha
#3. No sin cierta habilidad, se puede controlar la temperatura del agua
#4. Y finalmente, pero no así menos importante, se puede decidir el punto de aplicación, cogiendo el mango de la ducha (alcachofa) y acercando a la parte del cuerpo en el que se desea recibir el chorro de agua.

Sin embargo las duchas americanas son de esta guisa:
Adviértase en la imagen que sólo hay un mando y una alcachofa que sale de la pared, un poco más arriba. El mando solamente gradúa la temperatura, pero no el caudal de agua, que es constante (perdemos el grado de libertad #1), mientras que la alcachofa no permite aplicar el chorro donde se desee, eliminando el grado de libertad #4.
Esto puede parecer poco importante, pero es crucial. Esta es la escena matinal típica en mi ducha american-style:

Antes de quitarse las legañas, abre uno el grifo de agua caliente mientras se desviste rápido porque en el baño no hay radiador (sólo una conducción de agua caliente que sube y que calienta un poco cuando la caldera central está en marcha). Al ratito sale caliente. Se mete uno en la ducha, regula la temperatura y... ahora hay que darle al botón para que salga por la alcachofa.

La primera vez uno no cae en que la tubería que sube hasta la alcachofa está llena de agua de la última ducha, así que el primer chorro de agua está a temperatura ambiente (fresquita para más señas. Véase a la derecha arriba la temperatura ambiente de NYC estos días). Esto pasa unas pocas veces, pero el ser humano termina aprendiendo de sus errores. Total, que el ser humano acaba contra la pared de la ducha cual Spiderman, subido al borde de la bañera con un pie, sujetándose de la barra de la cortina para mantener el equilibrio, mientras con el otro pie le da el botón para que salga por la alcachofa.
Después de unas cuantas veces se encuentra una posición y un lugar en la bañera para que los primeros litros de agua no le toquen a uno al hacer el switch. Magnífico ejercicio matinal éste, para mantener la flexibilidad y espabilar al sujeto, a la par que estimula la creatividad de este productivo pueblo que es el estadounidense.

Una vez enjabonado y bien frotado por todas partes, como le enseñan a uno de pequeño en la madre patria, hay que quitarse la espuma. Pero recuerden que por la falta del grado de libertad #4, ahora el chorro de agua no puede aplicarse en la zona que uno desea, sino que cae con un ángulo constante desde un punto fijo situado a una altura algo superior a la propia estatura. No hay que hacer grandes esfuerzos para comprender que, en una posición normal, el agua no llega a todas las partes de cuerpo susceptibles de estar cubiertas de jabón. Así pues, hay que encontrar las posturas para que el agua pueda aclarar todo el jabón del cuerpo antes de salir de la ducha (y no, hacer el pino-puente no es una opción). Al principio se usan los bordes de la bañera, la barra de la cortina, las jaboneras, etc... Como dijo Arquímedes, "dame un punto de apoyo y me daré una ducha".

Pero con el tiempo se aprende a exponer toda la superficie del cuerpo al agua (recordemos que cae en oblicuo, desde una posición fija y con un ángulo y presión constantes) sin tener que recurrir a acrobacias aéreas. Todo desde la superficie, con casi siempre ambos pies en el suelo (por ejemplo, cómo se quita uno el jabón de los pies?). Para esto se adquieren habilidades de contorsionista y una visión espacial superior a la media.

Y todas las mañanas la misma historia. Realmente yo creo que en estos pequeños detalles está la diferencia entre una cultura superior (i.e. los USA) y otra de "implementadores", followers, como la nuestra. Me da la impresión de que estos detalles, la imaginación que los estadounidenses tienen que estar ejercitando desde antes de quitarse la legaña, el trabajo duro y el afán de superación al que están expuestos desde que suena el despertador, es lo que lo que ha hecho de este país la primera potencia económica mundial y la nación con más premios Nobel del mundo.

5 comentarios:

Albert dijo...

En España, pais conocido por su potente industria "empaladora", que es envidia y asombro del mundo entero, esas cosas no pasarian. Los grandes inventos Españoles se basan en complementar los mas comunes objetos cotidianos con un palo, como todos bien sabemos: el Chupa Chups y la fregona. Es evidente que la mejor forma de resolver este problema seria el uso de una canalizacion elastomerica dotada de seccion util variable, otrora conocida como tubo de goma con pliege. Pero quiza sea tambien momento de aplicar ese espiritu hispano innovador e indomito y aplicar un palo. Quiza el futuro de la higiene personal sea transformado radicalmente por la adicion de la vieja vara de varear que tan buen resultado ha dado en el pasado en las tierras ibericas.

Anónimo dijo...

Muy bueno... te entiendo perfectamente Manel.
Pasamos de nuestros cuartos de baño españoles con bañera, ducha con alcochofa con regulación de intensidad y calidad de chorritos, jacuzzi para los más pudientes, bidé (ese gran invento para las partes pudendas), secatoallas y demás artilugios de la industria de los sanitarios al aseo minimalista americano, perdón, estadounidense.
Ni tanto ni tan calvo no?

Javi.

PD Qué gran idea la de Albert Ferrer, ahí hay un negocio de millones de dólares.

eva dijo...

Perverso el imagirnarte en la ducha, Manel!!pero me ha hecho mucha gracia.

Peor que lo que cuentas es tener que ducharte todos los días calentando agua caliente en cazos o sentir la humillación de ir de "prestao" a casa de amigos y vecinos para aprovechar el agua caliente...ya que el calentador se estropea en los momentos más gelidos de nuestra querida tierra...ufufuf

Que no se te congelen las ideas
besos

mapachito violento dijo...

La Física es más interesante de lo que creía ;)

Rubén dijo...

Molt divertit e inspirat, sí senyor.

Ànim en la lluita!