jueves, 18 de diciembre de 2008

Entre examen y examen, Mari-Tere

Ayer, a la salida del examen de micro, y a sólo cuatro horas de empezar el de accounting & finance, me pasé por el Union Theological Seminar de Columbia en Broadway con la 121st, donde Guillermo me estaba guardando un sitio en segunda fila para escuchar una charla de la Vicepresidenta del gobierno, Fernández de la Vega.

De viaje en NYC para defender el Plan Nacional de Derechos Humanos en la ONU (ni idea de qué es esto), aprovechó para dar una charla en Columbia sobre crisis financiera global. Unos cuantos españoles de aquí fuimos a oírla, y la asociación Iberia estuvo representada, de hecho en su página web hay algunas fotos.

Me llamó la atención el lugar en que se dio la conferencia, un salón del Union Theological Seminar de Columbia. Y, pese a estar de moda y haber participado en el G-20,  el asunto tratado no parece uno de los puntos fuertes de Mari-Tere. Supongo que es uno de estos eventos para rellenar la agenda y salir en los papeles, y quizás también un premio de consolación. Porque se quiso traer a Zapatero al World Leaders Forum, pero no al parecer no funcionó, y sigue faltando una estrellita en España.

Es curioso cómo nos gusta a todos salir en la foto con la Jefa, y cómo nos pone nerviosos. En el momento de la foto, algunos no se acuerdan de modales y lo importante es salir delante, aunque no nos guste el personaje, aunque no reconozcamos el privilegio de ser españoles o aunque no nos haya gustado nada el discurso.


También es curioso cómo los españoles nos quisimos hacer casi más fotos con la corresponsal en NYC de TVE que con la propia Vicepresidenta.

Después de la charla, otro examen y luego la primera nevada del invierno en NYC, unos 5 cm que solamente han durado hasta esta mañana, pero que por unas horas pusieron a la ciudad preciosa y algo peligrosa...

martes, 16 de diciembre de 2008

Los taxis de NYC

Algo maravilloso de esta ciudad es el servicio de taxis, los famosos yellow cabs. No importa dónde esté uno ni qué hora sea, casi seguro que en menos de 15 segundos pasa alguno de los 13.000 service cars con su número de licencia encendido, indicando que está libre.

Son casi todos el Ford modelo Crown Victoria (como los coches de la poli), aunque hay varios modelos aprobados por la Taxi & Limousine Commission. Prácticamente no he visto coches privados de este modelo, parece que lo hagan exclusivamente para los taxis o la policía. Son coches enormes, el conductor va siempre detrás de una mampara y es indefectiblemente extranjero.

Pueden ser de cualquier lugar, pero hay mayoría de africanos o hindús y similares. Generalmente no dan conversación, yo creo que muchos apenas chapurrean el inglés. Es más, como aquí hay muchos contratos de telefonía móvil con tiempo ilimitado, casi siempre se pasan el día (sí, sí, el día) hablando con alguien de su familia con el bluetooth, en una llamada que puede durar horas. Los coches casi nunca son suyos (la licencia cuesta una barbaridad), y son empleados, con sueldos que supongo bajos, que hacen más horas que un reloj. El taxi nunca para, se turnan para que el coche esté funcionando 24 horas al día 7 días a la semana. ¡Por eso siempre se encuentra alguno libre! (y por eso nunca se ven aparcados...)

Además, muchos conducen mal. Incluso los más resistentes al mareo (como yo, modestia a parte) terminan con el estómago revuelto. Para ganarse algún dólar de propina, quieren dar la impresión de que van lo más rápido posible, y no paran de dar acelerones. Por ejemplo, en las largas avenidas los semáforos están sincronizados para que a una velocidad moderada no haya que frenar. Pues éstos tíos aceleran mucho y luego dan un frenazo, sin llegar a parar, hasta que el semáforo de pone verde.

Imaginad desde el West Village (11th Street) hasta mi casa (110th Street), hay unos 100 ciclos de estos. Y aunque se sujete bien, al cabo de unas cuantas calles, uno se encuentra peor que los Martinis de James Bond: agitado y removido. Cuando se va solo en el taxi, es habitual terminar en el lado opuesto al sitio donde uno se ha sentado. Y aun peor son las cosas que llevas: el teléfono ya está por el suelo, el paraguas debajo del asiento... y como a la hora de salir uno siempre tiene prisa por si acaso echa la papilla dentro el taxi, pues así se explica que se pierdan tantas cosas en los taxis de NYC! Y que conste que lo digo por experiencia propia: De cómo quedarse incomunicado nada más llegar a un país extraño.

Un par de ejemplos:

El taxi que tomé el sábado con Jaume para volver a casa justo antes de que él se fuese al aeropuerto fue bastante divertido. El conductor era de Liberia, y estaba aprendiendo francés. Pues en la radio tenía un método de francés, y con la mano que no se usa para el volante (coches automáticos...) llevaba el libro y se dedicaba a pronunciar en voz alta las palabras que leía y que luego repetía el cassette: Demain..., demain. Quatre..., quatre. Précis..., précis... y así leyendo con un ojo su método (aprenda francés en 40 lecciones), mientras con el otro controlaba el taxi de delante para pegar el frenazo siempre a menos de dos palmos de su parachoques. Un viaje cuando menos, emocionante.

Para venir de JFK el domingo pasado, Guillermo, Jose e Íñigo estuvieron compartieron no sólo trayecto, sino también mantel con un hindú que estaba comiéndose su ración diaria de pollo al curry y arroz mientras conducía por el autopista a 70 mph. Pas mal.

[mañana Micro por la mañana y Accounting & Finance por la tarde]

domingo, 14 de diciembre de 2008

Hell week

  • Friday December 12th: [Econometric Techniques for Policymakers] Econometrics Research Project due by 9 pm (enviado a las 8:55 pm)
  • Saturday December 13th: [Economics of Energy] Assignment #10 on Resource Taxation due by 8pm (entregado una hora tarde)
  • Monday December 15th: [International Energy Systems & Business Structures] Paper #2 on Spanish electrical system deregulation process due by 9pm (este ya esta casi acabado, solo falta ponerlo bonito)
  • Tuesday December 16th: [Microeconomics & Public Policy] Final exam, on Game theory, auctions and general equilibrium, 9am - 12pm
  • Tuesday December 16th: [Accounting & Finance] Final exam, comprehensive, 6pm - 9 pm
  • Thursday December 18th: [Macroeconomic Policy Management] Final exam, 7 pm -10 pm

... sin comentarios

lunes, 8 de diciembre de 2008

-7 °C y bajando

Es la 1h28 de la mañana, terminando un trabajo de Economics of Energy y estamos en NYC a -7 °C. Además con viento. Dice www.weather.com que feels like -15 °C.

Creo que esto es lo que comúnmente se denomina "un frío que pela".

Y también creo que yo no estoy hecho para el frío.

Postdata: Ya me he comprado orejeras (el finde pasado, con mi hermanito Jaume, en el Century 21, lo más parecido a un outlet que hay en Manhattan)

sábado, 6 de diciembre de 2008

Thanksgiving

También llamado Día de Acción de Gracias, se celebra siempre el cuarto jueves de noviembre y es seguramente la fiesta más importante que se celebra en Estados Unidos. Más incluso que la Navidad. Este día lo suyo es pasarlo en familia, pero a lo grande (nada de la close family, se traen primos, tíos, abuelos... como si fuera un bautizo).

La comida típica es el pavo. Se trata de hacer un pavo de dimensiones descomunales, rellenarlo (stuffing) de cualquier porquería y acompañarlo todo con más comida y algún pastel "a la americana" (léase, grande y sin sustancia). El objetivo es comer como si nos fuéramos a morir al día siguiente. De hecho, algunos comen como si quisieran morirse el día mismo... de indigestión, claro.

Haber conocido esta fiesta ha resuelto alguna de las muchas incógnitas que todavía tiene la vida americana (estadounidense) para mí. Por ejemplo, ¿por qué las cocinas aquí tienen unos hornos tan enormes, si esta gente se alimenta de comida preparada casi todo el tiempo? El estándar es mucho más grande que en Europa, incluso en NYC, donde el metro cuadrado no abunda. Y ahora ya lo entiendo. Es para usarlo el cuarto jueves de noviembre para cocinar un Pavo de 14 Kg. No me extrañaría que alguna enmienda de la Constitución diga que todo americano tiene derecho a cocinar su pavo por Thanksgiving, y claro, Industria no da licencias de venta de hornos que no cumplan con estos requisitos.

Pero esto también me ha creado nuevas dudas. Por ejemplo, ¿de dónde sacan tantos pavos? ¿Los cultivan ellos o los importan? ¿Dónde los guardan hasta finales de noviembre?

El éxito de esta fiesta como reunión familiar (por encima de las Navidades), se debe seguramente a que, aunque estos pesados han conseguido revestirla de un noséqué religioso, no es propia de ninguna confesión. Recordemos que la Navidad es sólo para las cristianos, que los judíos celebran Hanuka en fechas parecidas y que los musulmanes pasan del rollo. Y todo esto por no hablar de hindúes, budistas, y demás confesiones de todos las culturas que pueblan este país.

El origen de la fiesta era dar las gracias por la cosecha, pero hay multitud de versiones diferentes sobre la primera vez que se celebró, el artículo inglés dice que fueron los españoles en Florida.

Algo clásico este día es la cabalgata que Macy's organiza en todas las ciudades donde tiene tiendas (Macy's Thanksgiving Day Parade). Yo me fui este año a verla, con Morgane (amiga francesa conocida a través de mi colega Yannick y que hace su VIE en Calyon). Un poco decepcionante, la verdad. Sólo era una colección enorme de globos también enormes representando a personajes de dibujos y alguna que otra carroza. Algunas bandas de música y majorettes, pero faltaba ambiente y música. Ni siquiera tiraban caramelos a los niños que estábamos viéndola!
Un síntoma de la importancia de esta fiesta, es que después de la cabalgata, a mediodía de un jueves, nos fue casi imposible encontrar un sitio para tomar el brunch. Todo cerrado. Nunca había visto NYC tan tranquilo, nadie por la calle, tiendas y restaurantes cerrados... me recordó a un paseo por Valencia o Madrid un día de Año Nuevo a las 10h.

El día siguiente a Thanksgiving se llama Black Friday, y entre otras cosas, marca el inicio de las rebajas. Una auténtica locura, empiezan a las 12  de la noche y las mejores cosas desaparecen de madrugada. Por ejemplo, conozco gente que se fue hasta el Woodbury Common a las 23h del jueves para estar comprando hasta las 11h de la mañana del día siguiente... y a las 3h de la madrugada había colas de una hora para entrar en algunas tiendas!!

P.S: Feliz día de la Constitución, 30 añitos!

martes, 2 de diciembre de 2008

Brubeck in the village

EL LUGAR: un local pequeño, con techos bajos, mesas estrechas y apretadas. Decoración de puticlub setentero con paredes de espejo y acolchadas en piel de color azul-morado. Muy incómodo y lleno muy por encima de una aforo razonable. Eso sí, un sistema de sonido impresionante. Es el legendario Blue Note, en el Village. Y en él, Tania, mi hermano Jaume y yo, preparados para asistir a un milagro...

CUATRO PROTAGONISTAS, el Dave Brubeck Quartet:

A la batería, bastante encorvado por estar sentado en un taburete excesivamente alto, Randy Jones, con una gran melena blanca, gafas metálicas, luciendo una beata y permanente sonrisa. Parece tener la movilidad algo reducida y toca la batería sin despeinarse, como los grandes maestros: ni un ademán, ni la más mínima mueca... Un más que digno sustituto del mítico Joe Morello, autor de algunos solos de batería legendarios.

Al saxo alto, un señor bajito, Robert Militello, suple su falta de altura con las otras dimensiones: vamos que parece un tonel. Pelo escaso, dificultades para moverse, toca con resolución pero sin muecas, sin aparente esfuerzo, como si ya hubiese tocado todo lo que tuviese que tocar. También debe ayudar el tener una caja torácica del tamaño de una cabina de teléfono. Físicamente parece la antítesis del original saxo del cuarteto, el legendario Paul Desmond.

Al contrabajo Michael Moore, larga melena y barba blancas, parece un hippy ibicenco trasnochado vestido de traje para un bautizo. Mascullando algo mientras pellizca las cuerdas, sufriendo espasmos al ritmo de la canción, toca casi como su le estuviese haciendo el amor a su instrumento.

Finalmente, Dave Brubeck, 88 años (los cumple el seis de diciembre, en menos de una semana), menudo por el peso de los años, con sus gafas de pasta negra, necesita ayuda para subir al escenario y sólo le sale un hilo de voz al presentar el concierto en este lugar tantas veces visitado. Se sienta al piano y se transforma en un gigante, dirige a los tres anteriores sentado detrás del piano de cola abierto, con firmeza pero con la delicadeza del piano bien llevado en Jazz (la mayor parte del tiempo se oye, pero no se escucha).

Y empieza la magia. El momento culminante es Take Five, el mayor éxito de Brubeck (compuesto por Desmond, en 1959). El nombre le viene del extraño y vibrante ritmo en 5/4, algo casi experimental en su época. Es siempre hechizante observar al batería en este tipo de ritmo, porque a servidor siempre le queda algo por comprender. Y el cabrón no pierde el ritmo ni un segundo! Atentos a este video de 1961, cuando la canción llegó a lo más alto de las listas de éxitos, en pleno auge de esa nueva música called Rock.


Para los profanos (like myself), esta es una de las melodías más clásicas del jazz. Y el solo de batería también es uno de los más conocidos. Disfrútenlo amiguitos. Yo ya lo hice. Y si no, miren esta foto:

domingo, 23 de noviembre de 2008

Grados de libertad en la ducha

En física los grados de libertad de un cuerpo vienen a ser el número de traslaciones y rotaciones que le son posibles. Si el cuerpo flota en el espacio los tendrá todos (en tres dimensiones, hay 6 grados de libertad: tres traslaciones y tres rotaciones posibles - una por cada eje dimensional), si añadimos alguna restricción, vamos restándolos.

Pues una de las particularidades que más me molestan de los usos y costumbres estadounidenses (nótese que tras el comentario de Ariane, ya no uso la palabra americanos), es el número de grados de libertad que se permiten estos salvajes para darse una ducha

No, no es ninguna tontería, es algo bastante importante. Me explico: en nuestra madre patria (podríamos decir Europa, no?) incluso las duchas más normalitas tienen múltiples posibilidades:
#1. Se puede regular la cantidad (caudal) de agua
#2. Se puede decidir si sale por el grifo (generalmente para llenar la bañera) o por la ducha
#3. No sin cierta habilidad, se puede controlar la temperatura del agua
#4. Y finalmente, pero no así menos importante, se puede decidir el punto de aplicación, cogiendo el mango de la ducha (alcachofa) y acercando a la parte del cuerpo en el que se desea recibir el chorro de agua.

Sin embargo las duchas americanas son de esta guisa:
Adviértase en la imagen que sólo hay un mando y una alcachofa que sale de la pared, un poco más arriba. El mando solamente gradúa la temperatura, pero no el caudal de agua, que es constante (perdemos el grado de libertad #1), mientras que la alcachofa no permite aplicar el chorro donde se desee, eliminando el grado de libertad #4.
Esto puede parecer poco importante, pero es crucial. Esta es la escena matinal típica en mi ducha american-style:

Antes de quitarse las legañas, abre uno el grifo de agua caliente mientras se desviste rápido porque en el baño no hay radiador (sólo una conducción de agua caliente que sube y que calienta un poco cuando la caldera central está en marcha). Al ratito sale caliente. Se mete uno en la ducha, regula la temperatura y... ahora hay que darle al botón para que salga por la alcachofa.

La primera vez uno no cae en que la tubería que sube hasta la alcachofa está llena de agua de la última ducha, así que el primer chorro de agua está a temperatura ambiente (fresquita para más señas. Véase a la derecha arriba la temperatura ambiente de NYC estos días). Esto pasa unas pocas veces, pero el ser humano termina aprendiendo de sus errores. Total, que el ser humano acaba contra la pared de la ducha cual Spiderman, subido al borde de la bañera con un pie, sujetándose de la barra de la cortina para mantener el equilibrio, mientras con el otro pie le da el botón para que salga por la alcachofa.
Después de unas cuantas veces se encuentra una posición y un lugar en la bañera para que los primeros litros de agua no le toquen a uno al hacer el switch. Magnífico ejercicio matinal éste, para mantener la flexibilidad y espabilar al sujeto, a la par que estimula la creatividad de este productivo pueblo que es el estadounidense.

Una vez enjabonado y bien frotado por todas partes, como le enseñan a uno de pequeño en la madre patria, hay que quitarse la espuma. Pero recuerden que por la falta del grado de libertad #4, ahora el chorro de agua no puede aplicarse en la zona que uno desea, sino que cae con un ángulo constante desde un punto fijo situado a una altura algo superior a la propia estatura. No hay que hacer grandes esfuerzos para comprender que, en una posición normal, el agua no llega a todas las partes de cuerpo susceptibles de estar cubiertas de jabón. Así pues, hay que encontrar las posturas para que el agua pueda aclarar todo el jabón del cuerpo antes de salir de la ducha (y no, hacer el pino-puente no es una opción). Al principio se usan los bordes de la bañera, la barra de la cortina, las jaboneras, etc... Como dijo Arquímedes, "dame un punto de apoyo y me daré una ducha".

Pero con el tiempo se aprende a exponer toda la superficie del cuerpo al agua (recordemos que cae en oblicuo, desde una posición fija y con un ángulo y presión constantes) sin tener que recurrir a acrobacias aéreas. Todo desde la superficie, con casi siempre ambos pies en el suelo (por ejemplo, cómo se quita uno el jabón de los pies?). Para esto se adquieren habilidades de contorsionista y una visión espacial superior a la media.

Y todas las mañanas la misma historia. Realmente yo creo que en estos pequeños detalles está la diferencia entre una cultura superior (i.e. los USA) y otra de "implementadores", followers, como la nuestra. Me da la impresión de que estos detalles, la imaginación que los estadounidenses tienen que estar ejercitando desde antes de quitarse la legaña, el trabajo duro y el afán de superación al que están expuestos desde que suena el despertador, es lo que lo que ha hecho de este país la primera potencia económica mundial y la nación con más premios Nobel del mundo.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Temperatura negativa

Sí gente, ya empieza el frío en este pueblo. Estamos ahora mismo a -1 ℃, por primera vez desde que llegué a este lugar (que sea yo consciente). Ayer dijeron las malas lenguas que nevó un pelín, aunque yo no lo vi. Para el viernes el pronóstico es claro de nieve!!

Ahí va un mapa de temperaturas de la National Oceanic and Athmosferic Administration. Veis la zona de NYC y las temperaturas en Farenheit (aun no lo tengo controlado, pero pensad que 32 ℉ es el equivalente a 0 ℃):

Y pensar que el domingo pasado, con Ana Uríen and husband por aquí, estábamos a 18 ℃ y ni siquiera hacía falta chaqueta! Tanto que me di una vuelta e hice mi primera compra en NYC (un abrigo, viene al pelo).

Hoy he salido de casa con el plumas, con capucha, bufanda, guantes... Me faltan las orejeras, elemento imprescindible en esta ciudad, pronto caerán. Me parece que me voy a enterar...

Luego me lo he tenido que quitar todo porque me han puesto tres vacunas en el servicio médico (como no tengo certificado de vacunación de cuando era pequeñito, me hacen vacunarme de nuevo de todo: sarampión, rubéola, gripe, etc.). Normal, no se fían de los estudiantes que vienen de países subdesarrollados... yo tampoco lo haría.

Bueno, desde el recién llegado invierno Neoyorquino (y esta vez para quedarse), devuelve la conexión a los estudios centrales, Manel Avellà.

martes, 18 de noviembre de 2008

Marta y Javi en NYC

Hace un par de semanas llegaron a la ciudad dos amigos de Valencia: Marta y Javi. Él, neurólogo, viene a trabajar dos meses al Mount Sinai, a hacer experimentos con ratas (al parecer es el animal que sale más rentable, y cada 21 días tienes ratitas nuevas a las electrocutar, drogar y lo que haga falta para entender como funciona el cerebro). Si alguien quiere un autógrafo de Valentín Fuster, que se lo pida a Javi. Marta, aprovecha la estancia para aprender inglés y hacer algo de voluntariado.

Buscaron alojamiento a través de Craigslist, y con las amables gestiones de un servidor, experimentado en la materia, terminaron quedándose con un estudio en la 27th Street entre 2nd y 3rd Avenues, en Gramercy, una zona bastante animada en Downtown. Incluso me atreví a negociar el precio...

Lo más gracioso de todo es que cuando fui a visitar el estudio y estuve charlando con Paloma, la chica colombiana que lo alquilaba, resultó que es buena amiga de Laura, una compañera del máster que ya ha aparecido en este blog. Al final la Gran Manzana no es tan grande y los gusanos terminamos conociéndonos.

Marta y Javi han empezado a hacer un blog, se llama En la Gran Chirimoya, y ya está en la lista de mis blogs favoritos, aquí abajo a vuestra la derecha, bajo la rúbrica "Amigos Interesantes". Seguro que les encanta que les dejéis algún comentario.

Como veréis, estos dos no han perdido el tiempo, y en solo quince días ¡han visitado más cosas que yo en los cuatro meses que llevo aquí! Qué envidia!!

domingo, 16 de noviembre de 2008

TOW: ABC Carpets & Home

El Tip Of the Week de este mes es diferente: ni un restaurante, ni un bar, ni un sitio turístico. Es ABC Carpet & Home, unos grandes almacenes en la 19th con Broadway Ave, en el Flatiron District, muy cerquita de Union Square.

Fundado en 1897 e inicialmente un negocio ambulante de compra y venta de alfombras, ahora tienen dos enormes edificios en el centro de Manhattan y son el mayor vendedor de alfombras de la ciudad. Pero lo más interesante es el segundo edificio, en 888 Boradway Ave, la sección Home de ABC Carpets, donde venden muebles y menaje del hogar.

Decoración antigua/vieja, colores pastel en las paredes, con desconchones por todos lados, techos altísimos, un parqué que chirría, enormes ventanales y un estilo rococó recargado, rayando en lo hortera, entre oriental y Luis XV. Hace pensar en algo a medio camino entre el desván de un tío-abuelo rico muy viajado y unos almacenes industriales de principios de siglo.

Muebles de diseño, candelabros y lámparas de araña horrorosas, junto a los modelos más racionalistas, ropa de cama de todos los colores, vajillas espectaculares... en este espacioso lugar se venden productos de auténtico lujo a precios prohibitivos. El ambiente es muy especial y en cualquier momento parece que vayan a salir de una esquina Woody Allen y Diane Keaton discutiendo sobre el color de las cortinas que van a poner en su apartamento del Upper East Side o del asesinato de su vecina de escalera.

Además, en la planta baja hay un Pain Quotidien, un sitio estupendo para tomarse un brunch o un tentempié durante la agotadora jornada de compras.

Aunque un poco más ecléctico, se respira el mismo ambiente con solera que en Le Bon Marché de Paris (ah, esos maravillosos catálogos, menos útiles que el de IKEA para economías como la mía, mais avec tellement plus charme). Sólo que en LBM, quien te sale de una esquina probándose unas Ray Ban Wayfarer no es Woody Allen, sino Emmanuel Béart, que vive al lado, en Sèvres-Babylone.

Vamos, que este es otro sitio mágico al que entrar sólo para darse un paseo, respirar su atmósfera, admirando la decoración y los muebles que hemos visto en todas las revistas de diseño.

Y ya de camino hacia casa, en dirección al metro por la 19th, paradita en Idlewild Books, una estupenda librería de viajes recién abierta. Después de una hora de curiosear, me llevo "Travels with Charley in search for America", de Steinbeck, para preparar mi incierto road trip por los US... (Amazon sigue siendo imbatible, pero no es lo mismo: le falta charme, como a IKEA).

ABC Carpet & Home
888 Broadway Avenue
New York - NY 10003
(212) 473-3000

Idlewild Books
12 West 19th Street
New York - NY 10011
(212) 414-8888

viernes, 14 de noviembre de 2008

Wall Street

Hoy he visitado Wall Street. Y no me refiero a pasearme por la calle del muro por enfrente del NYSE. Hoy he estado en un event sobre energía en Goldman Sachs, banco de negocios fundado en NYC en 1869 (justo después de la Guerra de Secesión: este país tiene tan poca historia, que sus bancos son más viejos que la mayoría de sus Estados). Y es que ver el Financial District desde la la planta 30 del edificio de Goldman es visitar de otra manera.

Algunas impresiones:
  • La gente que nos ha recibido me ha parecido muy abierta, agradable y sin pretensiones. Nada de la prepotencia de banca de negocios y de inversión que solemos ver en Europa. No me queda claro que esto haya sido siempre así. Quizás el panorama actual les ha supuesto una dolorosa cura de humildad, y ahora hacen low profile. Vamos, que esta gente (y hablo específicamente de Wall Steet, ante la impasiblidad o aun peor, la connivencia de gobiernos y/o reguladores) ha metido al planeta entero en un bonito lío.
  • Otra cosa que me ha sorprendido es el bajísimo nivel de la gente que hace trading en este país (quizás en commodities esto sea menos cierto). Por ejemplo, en el máster hay dos compañeros que han trabajado en Lehman Brothers y Merrill Lynch y que tienen dificultades para hacer sumas. Quizás el que vengan precisamente de esas dos firmas no es una casualidad. Sin embargo la gente que conozco que hace trading en París y Londres son matemáticos o ingenieros, muchos con doctorado. Por lo poco que sé, España en esto sigue siendo una excepción europea, como le gustaba a Pepemari.
  • Más. En el Financial District hay menos luz que en el resto de la ciudad: los rascacielos apenas dejan que se cuele algún rayo de sol hasta la calle. Esto, junto con las obras que hay por todos lados, le da al barrio un aire algo tétrico. Por supuesto, una vez en el piso 30 este efecto queda muy atenuado.
  • Pero lo más importante es que siguen dando de comer como antes (razonablemente bien para ser los US): aun con crisis no han cambiado de catering. Claro, que visto lo visto, para qué se van a molestar, en caso de problemas, la Fed los sacará del lío pagando lo que falte de la nota.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

martes, 11 de noviembre de 2008

El famoso "humo" de las alcantarillas de NYC

En respuesta a un comentario de Jordi de la semana pasada: sí, confirmado que en NYC sale "humo" de las alcantarillas, como en las pelis. Y para probarlo, aquí tenéis un par de fotos:


En realidad lo que sale por las tapas de las alcantarillas no es humo, sino vapor de agua. NYC, (al igual que otras ciudades en sitios fríos, como por ejemplo, París), además de las habituales redes comunitarias de distribución de electricidad, gas, agua y datos, tiene una red municipal de distribución de vapor de agua (i.e. calor) para calefacción.

A orillas del East River, en Midtown, hay una central de ConEd que genera este vapor de agua y lo distribuye en una buena parte de Manhattan (nótese que en el Norte  de la isla no se ve el vapor de agua). Las conducciones de vapor, como casi todas las infraestructuras americanas, están en un estado deplorable, y tienen muchas fugas. Y eso es lo que vemos saliendo por las alcantarillas: las pérdidas de vapor de esta red.

Últimamente, para molestar un poco menos a los ciudadanos y a costa de cierto glamour, ponen esas chimeneas de plástico para que el vapor salga a mayor altura. Imagino que esta solución, propia de Pepe Gotera y Otilio Incorporated, es temporal hasta la reparación definitiva de la conducción.

Això va per tu, Jordi :o)

domingo, 9 de noviembre de 2008

Halloween en NYC

[Post originally due the weekend before the election]

Una de las fiestas más grandes para los americanos es Halloween. Esto desde Europa no se entiende demasiado, por eso, aunque los listos del marketing intenten imponerlo para conseguir otro fin de semana de ventas, no creo que lo consigan.

Me da la impresión de que el equivalente de esta fiesta es el carnaval, pero aquí verdaderamente universalizado. Todo el mundo se disfraza y se hacen cabalgatas, los niños van por las casas haciendo el treat or trick, y el resto de la noche en los bares es totalmente surrealista. Eso sí, los niños, muy respetuosos ellos, sólo laman a la puerta si colgamos un cartelito del pomo invitándoles a hacerlo, o si nos apuntamos en una lista que tiene el doorman).

Paseándose por la ciudad el 31 por la tarde, en las cafeterías, supermercados, paradas de autobús, ya se ve gente caracterizada de la manera más inverosímil, muchos con originales disfraces de elaboración propia: brujas, monstruos, bogavantes, Joe the Plummer, Sarah Palin, presos, obispos, párrocos con sotana e incluso monjas embarazadas (no me extraña que la Conferencia Episcopal advierta contra esta fiesta):

Pero como prácticamente todo el mundo se disfraza, también están los grandes almacenes del disfraz: algo así como los fast-costume. Justo al lado de Columbia, en Broadway con la 114th hay uno inmenso: Ricky's.

Lo curioso de esto es que la cultura americana, de habitual tan puritana, se suelta la melena. En especial las mujeres, que esta noche se ponen las minifaldas más cortas, con escotes imposibles y medias de rejilla. Las brujas ya no son lo que eran: aunque siguen siendo malas, ahora van de (y están) buenísimas. Más mérito si cabe tiene el hecho de que hagan esto casi en noviembre, con un frío que pela. Véase como ejemplo el catálogo de disfraces de mujeres que vende Rick's, propios todos ellos de un calendario de taller de coches.

Ni que decir tiene que a mi esto me parece cojonudo y que propondría que hubiera Halloween dos fines de semana al mes... lo elevaré a mis superiores, pero vistas las declaraciones de la Conferencia Episcopal, creo que lo tengo difícil. A ver si con el próximo Papa negro y con orejas de soplillo cuela la cosa...

Ahí van unas fotos de la fiesta de Halloween de la escuela:



Obituario: La foto que veis con Wonder Woman es y será la última que se haga con mi querida cámara. Se le cayó de la mano a Mia Wallace justo después de tomar la susodicha.
La hora exacta del fallecimiento, registrada en la propia foto, fue exactamente la 1h51'52" del 31 de octubre de 2008. La compungida familia de la víctima desea hacer saber que acepta donaciones para poder reemplazarla ASAP y seguir colgando fotos en M&TC, Facebook, enviarlas por mail o dar el coñazo en directo.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Mi viernes en Columbia

8h17: Toque de diana. Hoy es viernes y, aunque no tenemos clase, hay reunión importante, toca afeitarse.

9h30: Nos juntamos en la cafetería de la sexta planta de SIPA Laura, Natàlia, Gastón y yo para terminar el Problem Set #7 de Macroeconomía. Miguel y Pablo, también del grupo de trabajo, no están esta vez.  Trabajado previamente, juntamos las partes, le damos un repaso y algunos retoques.

11h03: Reunión con los responsables de becas del Banco Mundial y del IMF en la planta 15 de SIPA. Ellos patrocinan parte del máster y suelen ser un destino privilegiado para el internship del último trimestre. Nos explican el proceso y las oportunidades que hay.

12h34: Después de conseguir la tarjeta de visita de uno de los responsables, francesa ella, me voy comer una ensalada con Laura, sentado en las escaleras de la Low Library. Hoy ha salido nublado pero no hace frío: unos 17 °C.

13h28: Me siento un rato en Lehman, la biblioteca de SIPA, en la tercera planta, para enviar unos cuantos correos referentes al panel de alumni que estoy organizando: el 18 de noviembre, vendrán antiguos alumnos de la escuela a contarnos su experiencia en el sector energético.

14h09: Acudo a la Casa Italiana a una conferencia-presentación sobre el Growth Report, un trabajo de dos años, patrocinado por el Banco Mundial sobre crecimiento sostenible y desarrollo inclusivo. Moderada por Guillermo Calvo (director de nuestro máster, especialista en crisis económicas), incluye a otro profesor de SIPA, Jagdish Bhagwati (un clásico, defensor a ultranza del libre comercio) y a Robert Solow, premio Nobel de economía de 1987, un abuelete que desarrolla una energía increíble.
Lo más gracioso es que, hasta ahora, la mayor parte de la asignatura de Macroeconomía la hemos pasado estudiando Teoría del Crecimiento Económico, algo en lo que este señor fue un pionero. Y la mayor parte del tiempo nos lo hemos pasado entendiendo y criticando el modelo neoclásico de Solow y sus derivaciones. Con 84 años, este señor sí tiene aura, y no los conferenciantes que se lleva Rafael del Pino a Madrid y que sólo quieren cobrar su cheque.

16h18: Corriendo salgo de la Casa Italiana y me voy al aula de informática para terminar el assignment de Econometría. Nos hemos distribuido el trabajo y se trata básicamente de pegar las partes de Ahiteme (Benin) y Aye Aye (Burma) a la mía, revisarlo, imprimirlo y entregarlo. Todo antes de las 17h.

17h06: Subo corriendo a la décima planta de la escuela a entregar el assignment #3 de Econometría en el Departamento de Economía. Están a punto de cerrar (sí, es viernes y esto es Columbia), pero me dejan entrar para ponerlo en el buzón del profe. Uf! Por los pelos.
Al salir, me cruzo con Sala-i-Martin, el economista español de más relevancia internacional, presidente del F.C. Barcelona durante unos meses y autor de un best-seller sobre economía. Conocido también por las americanas que se gasta. Su página personal es casi tan hortera como sus chaquetas, pero igual de efectiva.

17h11: Más relajado me dirijo a la cafetería de la sexta planta a sentarme un rato en los sofás y leer algunos mails personales (sí, ya sabéis que llevo un retraso monumental con el correo. Pero todo llegará!). Me encuentro con Olivia, una californiana de padre catalán y madre palestina. Resulta que hoy había un gran seminario sobre Orientalismo en homenaje a Edward Said. A las 17h30 empieza una de las charlas, y como el conflicto Árabe-Israelí me apasiona, me voy con ella a escucharla al Auditorio de la escuela, en la cuarta planta.

19h05: Salgo de la charla completamente sobrepasado (antisemitismo, sionismo, abrhamismo...). Me encuentro con Gastón y Hernán, los dos argentinos de mi máster, y el Teacher Assistant de Econometría, Ezequiel, otro argentino. Nos vamos al Max Café (uno de mis sitios preferidos cerca de la escuela), en Amsterdam con la 122th a tomar una cerveza.

20h17: De camino a casa hablo con Laurence y Sylvain, mis anfitriones en mi primera semana en NYC (y en mis viajes anteriores). Después de 3 años en NYC se vuelven a Francia en un mes. Quedamos en cenar en el Lower East Side (LES).

21h01: Tomo la línea 1 dirección Downtown para ir al LES. Terminamos en St. Mark's Street, y cenamos en Yaffa Café al aire libre en el patio trasero. Al final de la cena se empieza a sentir un poco el frío. Luego, un martini en Sabine (1st Ave con St Mark's) y en taxi a casa.

01h14 (D+1): Llego a casa, cansado y pensando que mañana me tengo que levantar a las 7h30 para visitar con la clase de energía una central de bombeo en los Catskills, Upstate New York. Y encima me pongo a escribir este post.

¡¡Afortunadamente los viernes no hay clases!!

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Yes we can!

Todavía sin el recuento definitivo, Obama ya es POTUS (President Of The United States). NYC se ha vuelto loca, todo el mundo en la calle, en Times Square, en el Rockefeller. En Columbia en el momento del anuncio, los estudiantes salían de la biblioteca corriendo y chillando. Se ha desatado una auténtica locura, demasiado tiempo contenida. Enorme capital político el que se lleva el Senador de Illinois a la Casa Blanca (y que tendrá que administrar inteligentemente, como ha hecho con su campaña).

Emoción durante el impecable discurso de McCain aceptando la derrota. Y alegría desenfrenada con el sermón de Obama proclamándose vencedor (al grito de YES WE CAN tras cada una de sus arengas, en lugar del te alabamos, Señor). Un discurso muy integrador, apasionado y focused en el largo plazo. Sobran como siempre las alusiones a sus familiares (ridículo hablando de sus primos lejanos) y las inevitables alusiones a Dios. Pero ya sabíamos que esto es un CHANGE de los que NO, WE CANNOT



El resultado provisional a esta hora no se aleja mucho de mi previsión de ayer (364 grandes electores). Idealmente, debería ser suficientemente amplio como para que Obama tenga libertad para hacer algunos de los cambios que ha prometido.

Es, desde Regan, el presidente más aclamado, pero también el que más esperanzas ha despertado y el que más puede decepcionar. Esperemos que no sea así (Ojito, en número real de votos tampoco hay tanta diferencia...).

Lo que se ha conseguido hasta ahora es el primer paso, y en cierta manera, la parte fácil. 
Ahora es cuando de verdad, hay que decir:


Por cierto, Pensilvania ha sido de Obama, quiero pensar que en parte gracias a nuestra salida del lunes. Buenas noches y buena suerte.

martes, 4 de noviembre de 2008

D-1: Obamamanía en Filadelfia

Mañana serán las elecciones presidenciales americanas. Uno de los acontecimientos políticos más seguidos en el mundo entero. Y en este caso, el mundo tiene claro lo que quiere. No hay más que ver el colegio electoral mundial de The Economist, cuya liberal redacción (en el sentido más europeo), acaba de pedir el voto para Obama.

Lo que no sabemos es si los americanos tendrán las cosas tan claras. Según las últimas encuestas y el mapa electoral que publica el New York Times, Obama lo tiene hecho. Podríamos plantarnos en algo más de 350 grandes electores para Obama, mientras McCain se llevaría menos de 200, del total de 538. Mi apuesta, muy optimista as usual, es de 364 para el negrito (incluso más si afinidades: 390 con sorpresas en Missouri y algún Estado como Montana o Georgia). Pero ojito al efecto Bradley del que tanto se ha hablado estos días.

Para mitigar este efecto, y aprovechando que en Columbia (siempre tan políticamente correctos) nos han dado fiesta hoy y mañana - Election day -, unos cuantos amigotes hemos decidido irnos de voluntarios a la campaña de Obama en Filadelfia, Pensilvania, uno de los llamados swing states, aquellos en los que el resultado no está claro, y pueden cambiar de color. Ni cortos ni perezosos, las instigadoras Isabela y Rachel, el ideólogo Bernie, los conductores Tania y Dan, y yo mismo -dejémoslo en cronista, con fotos de Tania-, hemos alquilado un coche y a las 7h30 de la mañana hemos puesto rumbo a Philly.

Al llegar a una de las 15 oficinas de campaña de Obama en Filadelfia (increíble despliegue de medios de su comité de campaña, gracias a muchos voluntarios y a la recaudación de fondos privados sin prececentes que ha conseguido el de las orejas impertinentes), y por estar previamente avisados de la llegada de un contingente internacional de 6 bilingües inglés-español, nos han asignado un barrio de mayoría hispana para hacer el puerta a puerta.

Siendo Philly una ciudad (como casi todas las ciudades) mayoritariamente demócrata, nos han contado una película en la que los odiosos Republicans preferían hacer quedarse a los electores en casa en las zonas urbanas con miedos y amenazas relacionadas con el ejercicio del derecho al voto. Armados con panfletos que explicaban lo que había que hacer para votar, los horarios, los colegios y los derechos del elector, nos han dado unas listas de los votantes demócratas registrados (sigo pensando que hay algo pornográfico en esto de que los votantes se registren con su signo político), y nuestra misión era asegurarnos de que todos los votantes demócratas del barrio sabían que hacer para votar mañana [por hoy].

Nos hemos dividido en tres equipos de dos personas (chica con chico, y English native speaker con español de España; a mi me ha tocado con Isa), y hemos recorrido uno de los barrios más deprimidos de Philly. En casi todos sitios el español bastaba, pero algo de portugués y francés hemos tenido que usar (ya, esto es lo que tienen los países sin lengua oficial). Casas miserables, en ocasiones que se caen a trozos, familias enormes de hispanos o negros, cochazos aparcados a las puertas de las casas, y muy poca gente abriendo la puerta.

La mayoría ya tenía claro dónde y cómo votar, pero hemos podido ayudar a más de un despistado, y la experiencia de ver un barrio deprimido es impagable (un toque cultural: me acuerdo ahora que le Príncipe de Bel Air venía de un sitio así...).

"Yo voy a votal al negrito mi amol, polque el negrito tá bueno y no queremo má al viejo", me han dicho con acento cubano en un par ocasiones. Mientras otra señora palestina (¿qué país es este?), con marido e hijas de comparsa, me decía que sólo tiene la Green Card y que no le dejan votar, pero que no sabe por quién votaría porque Obama será como Bush y nos va a decepcionar a todos. Un señor de unos 60 que fumaba marihuana en su porche, lleno de pancartas de Obama-Biden, nos decía que los vecinos se las quitaban por la noche, y que tenía que estar ojo "avisor".

Una experiencia inolvidable, ideal para apreciar la grandeza de la democracia y sus debilidades. Que hemos rematado antes de conducir las 100 millas de regreso a NYC, probando un Cheestake en D'alessandro, plato típico de Filadelfia que consiste en carne picada a la plancha con queso fundido por encima, todo en un trozo de pan. Atención a la primera foto. Ligero, ligero:


Así pues, podemos decir que hemos hecho todo lo que hemos podido, puesto que de los 6 que íbamos, la única ciudadana americana es Rachel y aun tiene que votar. Los demás (tres españoles, una colombiana y un canadiense) seremos meros espectadores el día D... que es mañana!

¡Gracias a todos por esta aventura y en especial a Isa y Rachel por embarcarnos en ella! Cuando leáis esto, probablemente ya se sepan los primeros resultados de las elecciones.

lunes, 27 de octubre de 2008

Resaca en colores

Laura es nuestra nueva roommate, la que sustituye a Greg (¿os acordáis de aquel que no estaba nunca por aquí porque se pasaba el día en casa de su novia?). Es gallega y está haciendo un postdoc en Genética Estadística en el Medical Center de Columbia. Después de un riguroso proceso de selección, casi tan arduo como el que yo mismo pasé en mis tiempos de apartment hunting, nos decidimos por lo malo conocido (mejorando lo presente, of course, Laurita). Ahora en el piso Edgar, Sophia, Laura y yo hablamos español casi todo el tiempo, y esto es malo. Pero lo bueno es que nos entendemos aun mejor...

Pues gracias a Laura, tras una buena fiesta ayer por la noche, hoy he vivido mi resaca más colorida.

Me ha sacado de la cama a las 10 de la mañana para ir a Cold Spring, un pueblecito a una hora en tren de NYC en dirección Norte, siguiendo el curso del Hudson, justo al lado de la conocida Academia de West Point. El motivo es que habíamos planeado ir con más amigos a ver el foliage (literalmente follaje), es decir, la caída de la hoja con el otoño. Todo se pone de colores preciosos, como ya hemos visto en muchas pelis, y es una gozada pasear por el campo. Aquí es todo un acontecimiento, incluso hay páginas que publican informes diarios de la evolución de los colores de las hojas y el avance de la caída, como por ejemplo www.foliagenetwork.net.

Después de un par de aspirinas, de dormitar en el tren, y tomar un buen desayuno en el minúsculo pueblo de Cold Spring (pese a que mi estómago estaba cerrado por vacaciones), hemos hecho una marcha por la montaña de casi cinco horas.

Y yo aguantando como un titán, mientras resoplaba al subir la montaña que nos iba a permitir ver el Hudson desde arriba, siempre detrás de Laura y Raquel. Al llegar a la cima, la cosa (i.e. mi estómago) iba un poco mejor y he podido tomar unas fotos. No hay comentarios, basta con clicar en ellas para verlas más grandes.

Nota: después de tres meses en NYC, hoy es la primera vez que piso tierra firme - sí, Manhattan y Brooklyn son islas!!

Verde:
Amarillo:
Naranja
Rojo:
Granate (West Point al fondo):
Azul:
Multicolor:
Caminante, no hay camino... o sí?
Probando un disfraz de nativo americano para Halloween:

miércoles, 22 de octubre de 2008

Concentración pre-examen: La Traviata de Verdi

Ayer, por primera vez hice caso de un consejo que mi padre me ha venido dando desde pequeño: el día de antes de un examen, en lugar de estudiar, hay que ir al cine a relajarse y no abrir un libro.

Bueno, yo ayer, víspera de mi mideterm de Microeconomía, me fui a la ópera. Tania, una compi del Master of International Affairs de SIPA me invitó a ver el estreno de La Traviata en el Met. Tania es una de las pocas españolas que hay en esta escuela, es de Madrid (aunque no es culpa suya) y ha trabajado para la ONU, bajo varias de sus marcas, en varios países africanos: España, Mauritania, Djibuti... La verdad es que no sé muy bien lo que le van a enseñar de International Affairs, porque con ese currículum debe de saber ella más que los profes. Pero a mí me viene muy bien que esté por aquí, porque está ayudando a este pardillo en la ardua tarea de integrarse en SIPA.

Total, que después de perder la tarde en la biblio intentando hacer algunos problemillas de Teoría de Juegos, a pocos minutos de las 20h (para variar) estábamos entrando en el Metropolitan Opera House, en el Lincoln Center, en Broadway con la 66th (metro directo desde la biblioteca de SIPA, para más señas).

Impresionante edificio racionalista de los 60, con cristaleras enormes y sus característicos arcos, impresionan al entrar los dos inmensos murales de Chagall. La decoración en rojo chillón y mármol, junto con el edificio, han envejecido muy bien, al contrario que mucha de la arquitectura de años posteriores. 3.800 asientos hacen de él uno de los auditorios de ópera más grandes del mundo, en todos los sentidos.

La sala principal es impresionante, y desde arriba (sí, somos estudiantes) produce vértigo contemplar aquella enormidad mientras las lámparas de fantasía futurista setentera, al tiempo que suben como por arte de magia hasta quedar pegadas al techo, bajan la intensidad de la luz dejando la sala de color rojo chillón en una penumbra amoratada.

Empieza la obertura y la música se oye fenomenalmente bien: una acústica impecable. Se levanta el telón y empieza el bel canto. Se oye también perfectamente: y tampoco sé si los solistas son muy buenos o es de nuevo la acústica. El caso es que la cuando la Violetta de Verdi empieza a cantar, siento escalofríos por la espalda. De nuevo me pregunto si es el chorro de voz de Anja Herteros o que los gilipollas éstos se han dejado el aire acondicionado en marcha otra vez!

Simplemente maravilloso. ¡Gracias Tania!

Ya de vuelta a casa, no cumplo con la segunda parte del consejo de mi padre, y estudio hasta las 4 de la mañana, casi todo lo que me faltaba por mirarme de la asignatura. El examen me ha ido bien.

domingo, 19 de octubre de 2008

Hoy hace frío

Hoy ha salido un día claro, un sol imponente en lo alto de un cielo azul limpio, con algo de viento.

Hoy he visto por primera vez guantes, bufandas y abrigos largos por la calle.

Hoy mucha más gente lleva gorra, gorro o sombrero - y es que los sabios (i.e. mi roommate guatemalteco, Edgar, 6 años en NYC) sostienen que la mayor parte del calor corporal se pierde por la cabeza. Visto el tamaño de mi chola, esto tiene que irradiar lo que no está escrito, y si además añadimos que hace una semana me rapé el pelo, la cosa se puede poner dura.

Hoy es un día claro, sí. Pero de invierno.

Vamos, que hoy hace frío, caramba! Y yo estoy pajarito. En la calle, en casa (a ver cuándo aprenden a aislar los americanos) y en la biblioteca (estos salvajes aun tienen el aire acondicionado en marcha).

Y también hoy me ha dicho Edgar, que esto no es nada, que voy a ver en unas semanas, que me voy a cagar. La que me espera...

Postdata: se me olvidaba, hoy también me he enterado de que mis amigos Paco y Becky han tenido un niño, Ethan, en Milwaukee. Gran noticia. Y por cierto, lo de allí sí que es frío, no la mariconada de NYC!

TOW: comida sureña en el barrio

TOW es obviamente la sigla para Tip Of the Week. Esta semana estaban en NYC los tres Faiveley brothers, compañeros de viajes (Grecia, Israel) y amigotes de los tiempos de París. El lunes se vinieron por la zona de Columbia (Morningside Heights), Eve y Benoît, y nos dimos un paseo por el campus.

Y para cenar, decidimos probar un restaurante que hay en la esquina de mi calle (en la 110th con Columbus Ave) y que me había llamado la atención por su decoración y el tipo de gente que había visto: Miss Mamie's.

Es un sitio pequeño, de comida sureña americana, con una gran cristalera que permite ver desde fuera el chillón suelo a cuadrados rojos y amarillos y la colorida decoración de típico café yanqui de los años 50: Mesas y sillas metálicas, con tableros de melamina de color beis y asientos piel sintética de colores que no pegan ni con cola con los ya mencionados, botes de ketchup en todas las mesas y una barra/mostrador que le da un aire de tienda o de comedor. Ah, y lo más importante, tres camareras negras enormes, con uñas larguísimas de todos los colores.


Dan de comer cosas grasientas, carne de todas clases, algo de marisco, todo bañado en salsas de una gama de colores más amplia que la decoración del lugar, la mitad de ellas dulces, y acompañado por patatas fritas, patata dulce, beans, arroz...  El sitio y la comida acaban trasladándote a otro lugar y otro tiempo, a una historia digna de Forrest Gump mientras disfrutas de un raro festival de comida realmente americana: pesada, grasienta y muy sabrosa. Eso sí, a no repetir con demasiada frecuencia.

Spoonbread Too Restaurants
Authentic Southern Cuisine
366 West 110th Street
Morningside Heights
(212) 865-6744

miércoles, 15 de octubre de 2008

Móviles a $1,500

Otro personaje interesante de mi máster es Aye Aye, una mujer de Myanmar (también Burma o antiguamente Birmania). Y digo lo de mujer porque soy incapaz de aventurar su edad, aunque con ciertas reservas, diría que está entre los 30 y los 45 (toma ya margen de error).

Trabaja en la ONG Save the Children, en Myanmar, y está aquí de excedencia con una beca del Banco Mundial, como aproximadamente otra decena de personas el programa. A penas se la entiende cuando habla inglés, pero ella parece enterarse de todo. 

A veces cuenta algún detalle de su país, que viene sufriendo dictadura tras dictadura (la actual dura ya 20 años, la anterior duró 27). Maravillosa herencia colonial británica.

Por ejemplo, su marido no está aquí porque no le dan el pasaporte. Al parecer el trámite es bastante largo y pese a los sobornos, la Junta militar en el poder cada vez quiere aislar más al país, posiblemente para hacer olvidar todo lo ocurrido con la revuelta de los monjes que terminó en masacre y el escándalo con el reparto de la ayuda humanitaria tras las últimas inundaciones.

Otra muestra del aislamiento al que la Junta quiere someter a sus ciudadanos, es que en todo el país no funciona ninguna aplicación de correo por internet (tipo gmail, hotmail etc.), sino que la única herramienta que funciona es una aplicación que pasa por servidores controlados por el gobierno. Según cuenta Aye Aye, los correos son examinados y los sospechosos se pierden por el camino.

Pero Aye Aye está contenta y nos cuenta sonriendo por qué: por primera vez en su vida tiene un teléfono móvil. Se lo compró aquí en Estados Unidos, por unos 40$ . En su país, lo tiene solicitado desde hace tres años y aun no se lo han concedido. La telefonía móvil en su país la distribuye evidentemente la Junta, y para obtener un número (una tarjeta SIM) hay que hacer solicitudes al ministerio de turno y esperar, esperar, esperar... Pero lo mejor es que una vez aceptada la solicitud, el gobierno también cobra por la SIM. Y no poco: 1,500 $.
Ja, ¡y encima luego hay que comprarse el terminal!

Para hacerse una idea de lo que representa esto, basta con saber que el PIB per capita es de alrededor de 300 $ (véase el World Factbook de la CIA). Pero calma, para cualquier problema hay una solución: dice que también se pueden conseguir en el mercado negro por unos $5,000. Cágate lorito, como diría el poeta.

sábado, 11 de octubre de 2008

Jueves, termina la semana

Ayer jueves, fue el último día de clase de la semana. Sí, aquí en Columbia, como en EDF, sólo se trabaja cuatro días a la semana. El downside es que los tres del fin de semana te los puedes pasar perfectamente en la biblioteca.

En mis denodados esfuerzos por integrarme en la vida estudiantil americana y socializar con la fauna, y a veces incluso la flora locales, ayer, de la mano de Tania y Bernie, me incrusté en una barbacoa en el loft de unos compañeros de la escuela a los que apenas conocía. 

Impresionante, el pisito es un antiguo cuartel de bomberos en Harlem, en la 121 con Manhattan Ave, del otro lado de Morningside Park, en lo que ya podemos definir "territorio comanche", aunque pacificado. Techos de más de cuatro metros, relativamente estrecho pero larguísimo (unos 20x5 m2), todo diáfano y con una terraza enorme al final.

Aprovechando el respiro que nos ha dado el Otoño estos últimos dos días, nos quedamos bebiendo cerveza, comiendo oreo y chucherías (yo llegué cenado), tocando la guitarra y charlando hasta las tantas. Y yo contento por la gran proporción de americanos.

De vuelta a casa, tres amigas y yo, con sendos pedos de diversa consideración, me descubrieron un servicio de Columbia que no conocía: el escort service. A horas intempestivas, se puede llamar a un número del Columbia's Public Safety, el servicio de seguridad de la universidad (un pequeño ejército que mantiene la paz y el orden en Morningside Heights). Y los tíos te envían un coche como de policía, con sirenas y todo, que te lleva a donde tú les digas. Así, aunque yo estaba sólo a diez calles de mi casa, me ahorré el pateo o los 6$ del taxi.

Alucinante, no? Desproporcionado, verdad? Exagerado? Rozando la paranoia?
Pues no, simplemente esto son los US.

Empiezo a comprender dónde van a parar los millones que cuesta la matrícula la universidad...

jueves, 9 de octubre de 2008

Econometría & Procrastination

Esta mañana primer examen de la temporada: Econometría. Bastante bien, pero as usual, todo a última hora, deprisa y corriendo. Los americanos, que en algunas cosas están avanzados de verdad, usan muy comúnmente un término latino para esto: Procrastination. ¡Caramba, nunca sé dónde van las erres en esta palabra!

Y resulta que en castellano también se puede usar. O eso dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua:

procrastinar.
  (Del lat. procrastinare).
    1. tr. Diferir, aplazar.

Sacrificando cierto rigor, en la wikipedia podemos encontrar una explicación algo más extensa. Echando un vistazo a los primeros párrafos, concluyo que soy un procrastinador crónico.

Inmediatamente me asusto, preguntándome si padezco algunos de los trastornos que ahí se refieren, como miedo al fracaso, perfeccionismo extremo, adicción a la computadora, o un tardío síndrome del estudiante.

Tras constatar que los padezco todos, recupero la calma y sigo leyendo para saber si existe algún tratamiento o sustancia, ya sea legal o ilegal, que lo cure o al menos atenúe sus síntomas.

Pues resulta que para esta enfermedad, el gilipollas éste de la wikipedia dice que la única medicina posible es aplicarse el cuento de la abuela: "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". O en su menos inteligible equivalente anglosajón: "Procrastination is the thief of time".

Al menos ahora me muevo en terreno conocido, y puedo aplicar mi terapia de choque habitual, que más o menos versa así: "¿Para qué hacerlo hoy si todavía lo puedes hacer mañana?". Con su corolario inevitable: "Si esperas lo suficiente, lo terminará haciendo otro".

¿O es que os creíais que lo de que tengo alma de funcionario era una broma? Pues no.

Sin embargo, este país debe de estar provocando algún cambio en mí: ya sabéis que he empezado a perder ese cuerpo de funcionario que había estado cultivando en los últimos... ¿8 años?

Y por si fuera poco, desde hace un mes vengo sufriendo otro síntoma extraño y perturbador: por primera vez en mi vida, en lugar de esperar a que se termine (literalmente) toda la vajilla, ¡¡friego los platos justo después de usarlos!! Esto lo tengo que analizar más profundamente, porque coincide con el momento en que empecé a compartir piso aquí en NYC.

Seguiremos informando, o no. (Claro ejemplo de procrastinación)

*Nota: hablando de vecinos célebres, acaban de contarme que un señor que trabaja en Columbia, en el edificio de enfrente del mío, ha ganado el premio Nobel de química.