lunes, 28 de julio de 2008

Perderse implica haberse encontrado antes?

Esperemos que si, porque anoche me ocurrio por segunda vez.

La semana pasada, Kathlene, una australiana que estaba de intercambio en la Columbia Business School, y que conoci en mi ultimo viaje a NYC (navidad de 2007), me saco de cenita y copas por su antiguo barrio, el West Village. Vivia en la 11th Street, al lado de la casa de Liv Tyler (timing perfecto: en abril Liv rompio con su marido y en julio yo me entero de donde vive...To be continued?).

Cenamos en un sitio frances del que no recuerdo el nombre y que no tiene licencia para vender alcohol (deben de pagar menos impuestos), asi que mientras esperabamos que nos sentaran me fui corriendo a comprar una botella de vino (Rioja) en una tienda de licores de la 7th Ave. Por lo visto esto es bastante habitual.
Despues un par de copas y a casita que al dia siguiente habia clase. Yo, estudiante, en metro hacia el Upper West Side (desde la calle 14th hasta la 125th, unas 7 millas, 11 km).

Avezado neoyorquino, no pude evitar una inmensa alegria cuando vino el metro express que me iba a permir ganar veinte minutos de recorrido (el express ahorra bastante tiempo en un recorrido tan largo). Satisfecho y confiado, me sente en el metro y me deje llevar (nunca mejor dicho).
Despues de parar en la 96th Street un buen rato - yo ya estaba pensando en lo bien que iba dormir despues de una botella de Rioja y dos copas -, salio el tren hacia la 116th (la parada de Columbia y anterior a la mia, la de la 125th). El caso es se me hizo muy largo el trayecto hasta la 116th. Y entonces cai en la cuenta, ibamos a la 116th, pero en el otro extremo: el express se separa del trazado de la linea 1 a partir de la 96th Street y se va hacia el centro de Harlem (vease el necesario plano). Y eran las dos de la mañana de un jueves. Estupendo.

Imposible tomar un taxi en Harlem a esas horas y demasiado largo volver al Sur en metro. Asi que me fui caminando a casa en un paseo de 1,2 millas (2 km). Gente durmiendo en la calle, familas de vuelta a casa, gente saliendo de garitos, peleas, sirenas de policia, coches parados en medio de la calle... Nueva York, vamos. Incluso vi algun blanco. Me creia en un episodio de Cancion Triste de Hill Street (a ver cuando la reponen, by the way). Finalmente fue un recorrido muy entretenido y formativo. Me acoste a las tres de la mañana.

Y ayer sabado, volviendo del East Village, tres cuartos de lo mismo, pero esta vez en la linea correcta, por culpa del transporte metropolitano de Nueva York (MTA), que decidio saltarse unas cuantas paradas por obras (esta todo en la pagina web, pero es demasiado para leerselo). Por lo visto el metro los fines de semana es como una loteria, hay trabajos en las vias y las estaciones y los trenes se paran cuando y donde quieren. En este caso el tren no hizo ninguna parada desde la 96th hasta la 137th. Y al salir, otra vez de pleno en Harlem. Yo iba con dos señoritas (Laura y su hermana) y la broma habia atrapado a una treintena mas de personas. Pero aun asi conseguimos un taxi para volver hacia el Sur.

Mi consuelo, a parte de los agradables paseos nocturnos, es que la gente que lleva años dice que todavia le ocurre.

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