miércoles, 28 de enero de 2009

The State of Navarre at SIPA

A panel presentation and wine tasting reception hosted by:

- Miguel Sanz: President of the Government, Navarra, Spain
(traducción: presidente de la comunidad de Navarra)
- José María Roig: Secratary of State of Business Developement, Entreprise and Employement, Navarra
(traduccíon: consejero de Innovación, Empresa y Empleo)
- Yolanda Barcina, Mayor of Pamplona, Navarra
(traducción: alcaldesa de Pamplona. Saludémosla como Cuerda en Amanece que no es poco: "Alcaldesa, nosotros somos contingentes, pero tú eres necesaria!")

El lunes tuvimos el placer de escuchar a estos señores hablando sobre el desarrollo de energías renovables. Navarra es una comunidad pionera en estos quehaceres, en que ser más rápido que el vecino es fundamental. El modelo de desarrollo de estos señores (y el español en general) podría servir de inspiración para el impulso que el presidente americano de las orejas impertinentes quiere dar a las renovables en USA.

Sin embargo sólo asistimos una treintena de personas. Vamos, que entre asesores, jefes de protocolo, cámara de comercio navarra, jefazos de las renovables navarras y toda la cohorte que llevaba esta delegación, casi eran ellos más numerosos que los que atendíamos a esta poco publicitada conferencia. Y sin embargo, en SIPA, si hay vino después, la charla tiene el éxito asegurado. Además en este caso, Vinos Navarros acompañados de Cheddar, es probablemente lo más glamuroso que muchos habrán visto en meses (aunque yo sigo pensando que esa mezcla debe ser perseguible, o cuando menos de dudosa legalidad). El lado positivo es que al ser tan pocos, la delegación es mucho más abordable y se puede discutir de tú a tú con ellos.

Los navarros vienen todos los años y hacen una ronda por universidades americanas (Columbia, NYU, MIT y Harvard), y además aprovechan para promocionar Vinos, Gastronomía y San Fermines, y en general impulsar turismo y comercio. Se han inventado la Week of Navarre in USA. Además de promocionar Navarra promocionan a la alcaldesa Barcina como heredera natural de Sanz. Y yo me pregunto si la Generalitat Valenciana todavía hace estas cosas o le dejan toda la promoción y el presupuesto a Julio Iglesias.

martes, 27 de enero de 2009

Esquinas de NYC (I)

Con esta entrada queda inaugurada la serie Esquinas de Nueva York, adelantada tiempo ha (en 2008, por más señas). Y es que una de las cosas más curiosas y que más nos llaman la atención cuando salimos de casa es lo que encontramos en las esquinas (o chaflanes, dependiendo del estilo urbanístico-arquitectónico al uso).

No olvidemos que las esquinas son los bajos más preciados de cada manzana, puesto que por una regla lógica muy simple, por una esquina pasa el doble de gente que por el medio de una manzana. Por esta misma razón, los negocios que se instalan en estos lugares suelen ser aquellos que funcionan mejor económicamente, pudiéndose permitir un mayor gasto fijo en alquiler o adquisición del local (razón también del castizo y exclusivamente madrileño, a la par que pretencioso e inútil término "semiesquina").

Yo creo que son un indicio importantísimo de la estructura económica de un país y por eso me propongo hacer un análisis detallado del asunto (que tiemble Sala i Martin, con este trabajo le voy a disputar el Nobel de economía del año 2023).

De hecho elaboré esta rigurosa teoría cuando vivía en París. Mis grandes dotes de observador me permitieron advertir que en los lugares en los que en España hay oficinas de bancos o cajas de ahorros - úsease, prácticamente en todas las esquinas - en París había agencias inmobiliarias. Posteriores viajes me permitieron constatar que en Alemanía, lo que se encuentra uno en todas las esquinas son farmacias. Extraiga el lector sus propias conclusiones sobre el mercado inmobiliario parisino, el diferencial inflación-tipo español en los últimos años (tipo real) o la regulación del sector farmacéutico en cada uno de los países.

En cuanto a NYC, lo primero que detecta el turista (accidental o premeditado) en las esquinas es un tipo de establecimiento aparentemente poco relevante, pero en realidad muy esclarecedor de la idiosincrasia y modelo económico americanos. Se encuentra en muchas esquinas de todo tipo de barrio, desde el Financial District hasta Harlem, en una metáfora del Sueño Americano y de la absoluta igualdad de la que disfrutan los ciudadanos de este país, siempre que estén dispuestos a la pagarla.

Se trata, como ya habréis adivinado, de los centros de manicura, en ocasiones, no sin cierta vanidad, llamados Nail Spa.

Efestivamente, las americanas (también se ven tíos, eh?) adoran pasar alguna que otra hora por semana con la mano en remojo mirando la calle desde el escaparate del Nail Spa. Adicionalmente, les gusta llevar las uñas bonitas. Y en verano el mercado se duplica porque las uñas de los pies también se enseñan. Si además te dan un masaje mientras haces todo esto, mejor que mejor.

Como aun no me considero preparado para extraer conclusiones de este hecho, no voy a entrar en disquisiciones sobre la mayor tendencia a morderse las uñas de las americanas, ni lo importante que es el aspecto en la sociedad occidental, ni siquiera el gusto de las americanas al vestirse. Como tampoco juzgaré (todavía) el modelo económico basado en el consumismo ni el empleo barato, de poca calidad y absolutamente flexible de este país. Simplemente vayan unas instantáneas para apoyar mis observaciones, la primera en Broadway con la 96th y la segunda en el Greenwich Village un día de nieve.

miércoles, 21 de enero de 2009

Inauguración del curso. El mío y el de Obama.

20 de Enero de 2009 (ayer). Primera clase del semestre a las 11:00 am (East Coast Time): Clase de Macroeconomics and Financial Issues in a Global Context con Guillermo Calvo, economista argentino de renombre y director de PEPM, mi programa en SIPA.

Esta clase de dos horas coincide exactamente con la ceremonia de investidura de Obama (Presidential Inauguration, lo llaman), el acontecimiento del año (bueno, de lo que llevamos de él)

10:43 am. Tras haber apagado mi despertador a las 9:00 am (casi un mes sin oírlo, mi mente había desprovisto a su sonido de cualquier autoridad), abro un ojo para constatar que voy a llegar tarde el primer día de clase. En una performance digna de mis mejores días, consigo llegar al a escuela a las 11:05 am. A esto algunos lo llaman "estrés de corto plazo" o estrés positivo. Y es cierto que no puedo evitar sonreír mientras corro por Amsterdam Ave. hacia SIPA (¿será esto la serenidad de la edad o simplemente buen humor?).

Nadie en la clase. Primera "Manelada" del semestre: la clase se había anulado sospechosamente y yo no había visto el mail. Recordemos que coincidía con la Inauguration. Total que me voy a ver la ceremonia al College Walk, el campus central de Columbia, donde han instalado pantallas gigantes y me voy a poder tomar un chocolate caliente cortesía de Columbia, en el día de la investidura como presidente de un Alumni de la Universidad (Columbia College, promoción 1983). Pas mal, puesto que no he desayunado (¿ofrecerán también duchas matinales?). Además con el frío que hace, el hot chocolate como mínimo calienta la mano. De las orejas ya se encargan mis orejeras (véase foto ci-dessous).

"Ladies and Gentlemen, we introduce the Preeeeesident of the United States of Ameeeerica, Baraaaaaaack H. Ooobamaaaaa!" (Nótese un cierto pudor al no pronunciar entero su middle name: Hussein). El locutor habla con el tono de un comentarista de deportes: exactamente como si estuviese anunciando la alineación de un partido de béisbol. El campus de Columbia estalla en una ovación y los cientos de miles de asistentes en Washington también. Esto es definitivamente un show, y Obama una estrella mediática.
Obama hila un discurso muy equilibrado: realista pero esperanzador. Habla sólo de conceptos y consigue emocionar. Normal, al fin y al cabo es un día de fiesta para él, una celebración para todo el país, y Obama sabe que es un gran orador. Muy grande. Reparte con elegancia para todo el mundo: Israel, Bush, etc. ¡Y el chaval que le escribe los discursos tiene sólo 27 años!

New York se paraliza (y supongo que gran parte del país). Delante de mi, en primera fila sobre la balaustrada una policía de Columbia está completamente absorbida y pasa olímpicamente de su labor de vigilancia además de molestarme para tomar fotos con su gorra de plato. Las clases en SIPA han sido todas anuladas, en las oficinas todo el mundo está en su cubículo con los cascos puestos... Y a mi alrededor hay gente con lágrimas en los ojos.
Esta ingenuidad infantiloide de los Estadounidenses es asombrosa. Es completamente irreflexiva y por ello capaz tanto de lo peor como de lo mejor. Y sin embargo se contagia. Una hora de ceremonia en la que tengo que admitir que me emocioné. Un discurso magnífico.

Peso a todo, también hubo gilipolleces. Por ejemplo, en la ceremonia hablaron dos curas para bendecir a Obama, sus mujer Michelle, sus hijas, sus abuelos, tíos, cuñados, nueros y demás prole. Al menos Obama tuvo la deferencia de nombrar a los non-belivers junto con todos los credos en su discurso. Todo un detalle en un país en el que el agnosticismo es un delito moral, como nos recuerdan en cada discurso y en todos los billetes. Esperemos que no pase a ser un delito perseguido legalmente. You never know...

Su mujer chupó más minutos de cámara que el vicepresidente Biden o el presidente saliente Bush. Ana Botella estaría encantada. Hoy Michelle cuenta tantas portadas como el presidente. Es esto me quedo con Europa (si exceptuamos a Francia con la Bruni).

Luego estuvieron en un desfile donde las típicas bandas de música, vestidos cual soldaditos de plomo y acompañadas por sus respectivas majorettes, de cada uno de los Estados de la Unión pasaron con sus idénticas melodías descafeinadas, sus banderas, pompones y carrozas dignas de la Cabalgata de Reyes de Santander. Desde luego resistir tal tostón 52 veces tiene su mérito. Eso sí, con el trabajo que le espera a este tío, que le hagan pasar tres horas mirando esta cosa, clama al cielo.

Por la noche acudieron a gran parte de los 200 bailes presidenciales que se organizaban en Washington. Un gran esfuerzo logístico en el que alguno de los cargos electos se asoma aunque sea dos minutos, todo ello en función de lo importante que sea la donación a la campaña de quien lo organiza o de su notoriedad social. Lo poco que vi del primer baile me decepcionó. En el sentido en que Obama, pese a ser negro, bailaba como un blanco (a lo mejor estaba cansado, se había levantado pronto para una misa a las 7:30 am prácticamente en la capilla de la Casa Blanca).

Y después a clase con toda normalidad. International Energy Projects Development a las 2:10 pm y Petroleum Markets a las 6:10 pm. Con este post, y por la autoridad que me he auto-investido, declaro inaugurado el Spring Semester en SIPA. ¿O va a ser Obama el único que se inaugure?

domingo, 18 de enero de 2009

Cuando hace mucho frío... no hay agua fría!

Houston, tenemos un problema: no hay agua fría en la cocina. Desde hace tres días, sólo funciona el agua caliente.

Bueno, con el frío que hace, casi es mejor eso que lo contrario, ¿no? Aunque te quemes un poco al fregar los cacharros. Pero es extraño, porque en el resto de la casa sí hay agua fría.

Después de algunas comprobaciones y no entender lo que pasa, la relectura de mi post de esta mañana, me ha dado la clave: la pila de la cocina está en la pared que da al exterior, y las tuberías (conducciones) pasan por dentro de ella.

La solución es que la tubería de agua fría se ha congelado, mientras que la del agua caliente, precisamente por eso, por contener agua caliente, resiste ahora y siempre al invasor. Así entiendo por qué cuando hace tanto frío sólo se tiene agua caliente. Y pasa hasta en las mejores familias.

No te acostarás sin saber una cosa más.  

sábado, 17 de enero de 2009

... y empieza freaking cold

Que más o menos viene a decir "con un frío de cojones". Así es, ayer la temperatura no subió de -9 °C. Y al acostarme, esta era la foto que había:Nótese que por el viento la sensación de frío era de -22 °C. Precioso. Así que el mejor plan fue aprovechar en familia (es decir con mis roommates Edgar y Laura) la televisión por cable que pagamos religiosamente todos los meses y sus más de 500 canales. Cayó un maratón Clooney-Soderbergh con Syriana (2005) y Michael Clayton (2007), que coronamos con un clásico: El Golpe (1973). Eso sí, todos debajo de nuestras mantitas de abuelo (pertinentemente tomadas prestadas en vuelos oceánicos o adquiridas en IKEA), y armados con sendos paquetes de galletas.

Con mi inteligencia natural, elegí el día de ayer, el más frío que he vivido en NYC hasta ahora, para estrenarme en el gimnasio de Columbia (de la mano de Bernie). El Dodge Fitness Center es un gimnasio construido por debajo del campus de la universidad, con centro de fitness, aparatos, cuatro canchas de baloncesto (incluyendo una central, donde juegan los Columbia Lions la liga de baloncesto universitario), pistas de squash, saunas e incluso una pista de atletismo de 160 m completamente subterránea. Se entra por el lado de la Business School casi en la 120th Street, más o menos un kilómetro desde mi casa. Pues para ir al gimnasio no se me ocurrió mejor idea que ponerme los pantalones cortos, un camiseta y una sudadera e ir corriendo hasta allí.

Creo que nunca he corrido un km tan rápido! Madre mía! Las piernas al aire con -13 °C son lo de menos. Las manos (los puños en realidad, porque se aprietan con fuerza) se congelan, los nudillos se ponen morados a los dos minutos; las diferencias entre correr por el lado de la calle con sol y el lado con sombra son brutales; pararse en los semáforos es una idea nefasta: los huesos duelen hasta el tuétano. Pero lo peor es respirar. Ese aire frío entrando en los pulmones se siente como algo sólido. De repente todos los conductos del aparato respiratorio parecen sólidos, macizos, y uno pasa a ser dolorosamente consciente del lugar exacto en el cuerpo, las dimensiones y los caudales que circulan de aire.

Yo no sé si será mi petite nature mediterránea, pero no logro explicarme la gente que se baña en el hielo, los que corren en Central Park con esta temperatura por muchas capas que se pongan, o los que viven en Siberia o en Milwaukee (donde ayer Paco y Becky reportaron -30 °C).

Y el invierno acaba de empezar, los veteranos dicen que el peor mes suele ser Febrero.

miércoles, 14 de enero de 2009

Enero de 2009, empieza la segunda vuelta

Deshacer la maleta el lunes pasado, recién llegado a NYC, marca para mí el verdadero comienzo de 2009...

Sí, tras tres (no tristes, pero nótese la aliteración) semanas de silencio radio, inauguramos la temporada 2009 de Manel & The City. No me ha venido nada mal esta cura de desintoxicación bloguera. Han sido tres semanas de desconexión total, de vacaciones como las de mi época de instituto, sin exámenes al final del túnel ni ningún tipo de preocupación más que la evolución del cambio dólar-euro y la paz en el mundo (no necesariamente en este orden).

De vuelta a la trinchera acedemico-neoyorquina con más gusto que sarna y con la sensación de que el tiempo ha pasado muuuy rápido. De hecho, el no hacer nada estas semanas me ha mantenido muy ocupado (tanto, ¡que no he podido escribir ni una entrada en el blog!). Una prueba más de que no hacer nada es harto absorbente y sumamente agotador. Pese a esta constatación, sigo convencido en mi vocación de ser mantenido. Sí, lo sé, soy muy sufrido y sacrificado, pero las vocaciones no se eligen.

Lo mejor de todo es que aun me queda una semana de vacaciones. Hasta el día 20 no empiezan las clases, y como se trata del día de la investidura de Obama, no creo que sea un día muy duro. Para la ocasión, la Univesidad de Columbia ha previsto instalar una pantalla gigante en el Campus e incluso dar bebidas a los estudiantes. Me parece que esta deferencia no tiene gran cosa de especial, sino que es el habitual y patriota orgullo americano tras las elecciones y representa la aceptación social del president-elect, en este caso el negrito de las orejas impertinentes, al menos inicialmente. Por descontado, el que Obama sea un ex alumno de esta Universidad puede caldear algo los ánimos y los cuerpos (falta nos hará, la temperatura máxima prevista esta semana es de -7 °C).

Los últimos días de 2008 en The Big Apple fueron intensos. Tras la visita de mi hermano Jaume y después la de Íñigo, Jose y Guillermo, la última semana de exámenes fue algo durilla. ¿Será que uno ya no está para estos trotes? Las notas han estado bien. Simplemente bien, según los estándares americanos. Algo por encima de la media: Una A, tres A- y dos B+. Algo así como Notable. Con la diferencia de que la nota media en las universidades americanas es cercana al Notable.
Además de los exámenes, algunas de las cosas que hicimos en esos días fueron, sufrir/disfrutar de la primera nevada de la temporada, pasear por el Bronx y la verdadera Little Italy bajo una tormenta de nieve, ver perder a los New York Nicks un enésimo parttido en el Madison Square Garden, despedirnos de Marta y Javi en la Gran Chirimoya con un cóctel en el rooftop del Hotel Península y una increíble vista de la fifth Ave. Aquí van algunas fotos de tan magnos fastos.
Bref, EMPIEZA LA SEGUNDA VUELTA y estamos en puestos de Champions.