martes, 9 de septiembre de 2008

US Open: cronica libre de las semifinales

Desde Morningside Heights, tomando la linea 1, con cambio en Times Square a la 7, hasta Flushing Meadows, Queens, donde se juega el US Open. Al venir hemos pasado por LaGuardia (el primer aeropuerto de NYC), y al bajar del tren lo primero que se ve es el Shea Stadium, sede de los Mets (uno de los dos equipos de béisbol de NYC). Caramba, se me ha olvidado la camara de fotos.

Hace un día gris, con el cielo muy bajo y oscuro. Ahora entiendo el calificativo de plomizo (por la densidad y el color, claro). Una humedad increíble y alerta de tormenta. Los coletazos de las tormentas tropicales que entran en los US por Florida o Louisiana afectan al variable clima de NYC en esta forma.

El complejo es impresionante, abarca mucha mas superficie que Roland Garros, aunque tiene menos pistas. La pista central, el Arthur Ashe Stadium, es enorme, y mi sitio esta arriba de todo. Desde aquí, tan cerca de este cielo opaco, casi tangible, se ve sorprendentemente bien la pista. Y se ven aun mejor las tripas de los aviones que despegan de Laguardia y pasan rozandonos las cabezas. Estamos en pleno pasillo de despegue. Primero se oyen los motores (un estruendo fenomenal que se va acercando), pero no se ve nada. Y de pronto aparece el pajaro, siempre demasiado cerca, entre las nubes. Pero cuando han pasado diez, uno se acostumbra. Y yo sin camara de fotos.

A un cuarto de hora del partido, con el estadio casi vacio, salen a la pista unos marines con la bandera americana y nos piden por megafonia que nos levantemos, que va sonar el himno americano. Y todo el mundo se levanta. Y todo el mundo se quita la gorra (todo el mundo lleva gorra aqui, aunque este nublado. Curioso). Y muchos cantan. Con naturalidad. Por la segunda estrofa me levanto yo tambien: no veo nadie sentado cerca de mi.

Empieza jugando Federer, tranquilo, elegante, sin aparente esfuerzo, como siempre, ganando puntos. Al cabo de dos sets, por la amenaza de lluvia, la organizacion decide adelantar la segunda semifinal, y jugarla en otra pista. Lo anuncian por megafonia, y una cuarta parte del estadio sale a buscar la otra pista. Los americanos siempre van con el que gana, con el numero uno. Ahora son fans de Nadal.

La maniobra nos sale bien, y pasamos de la fila W del tercer anfiteatro en el Arthur Ashe a la sexta fila de una pista mas pequenya, la Louis Armstrong. Un autentico lujazo al precio de no ver terminar el partido de Federer. Desde la sexta, se oye incluso el interminable botar de la pelota de Nadal cuando prepara su saque. Que tio mas lento. Yo creo que es asi como les gana: de aburrimiento!

Murray es un conyazo de jugador. Sus juegos duran un par de minutos y son todo puntos directos de saque. A Nadal le cuesta mucho y sus juegos duran mucho mas. Empieza perdiendo dos sets. El primero de forma clara y el segundo en el Tie Break. El tercero lo empieza rompiendo el servicio del escoces. Ya tenemos a Nadal de vuelta, el partido ya esta encarado, el rutinario milagro Nadal se ha puesto en marcha y va a levantarlo... pero empieza a llover y se cancela el partido.

Al dia siguiente, magnifico, azul, fresco (y con camara de fotos), volvemos al estadio esperando ver el milagro que no se produce. Decepcion por lo habituados que estamos a los milagros del maton de gimnasio de 22 anyos.

Sere gafe?

Nota de la redaccion: Notese el polo corporativo de la primera foto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Manel gafe! ,oP
Besitos,
Marta

mapachito violento dijo...

Para no llevar la cámara, que lloviese... el relato está divertido y las fotos geniales. Manel adelanta en el marcador a NYC. Continuará.