viernes, 3 de julio de 2009

Manel & The City, sí… pero ¿qué city?

Ahora mismo son las 22h22 del lunes 29 de junio de 2009 y estoy en un Airbus A319 destino a una nueva ciudad. Voy por tiempo indefinido, ya que mis prácticas para terminar mi master y la etapa subsiguiente las realizaré allí.

Son muchas cosas, todo va muy rápido y aun no he tenido tiempo de digerir lo que está cambiando en mi vida desde hace unos meses. Ni siquiera he tenido tiempo de sentarme a pensar. Todo sigue una agenda diseñada hace tiempo. Bueno, más que diseñada, sobrevenida, lo cual hace que me sienta más como un espectador que como un actor (el principal).

A la poca capacidad para retener talento de las empresas españolas se le une la dificultad para encontrar un buen sitio en mi antigua compañía, Gas Natural, debido a la enorme píldora que se ha de tragar en estos momentos: la integración de Unión Fenosa tras una muy esperada fusión que ha resultado ser también ciertamente inoportuna dado el contexto industrial y económico en que se produce. Todo ello, junto con lo interesante de mi nuevo puesto y quizás una cierta adicción a este tipo de experiencias, hace que me encuentre en un avión rumbo a la nueva City de Manel and The City, probablemente lo más parecido que hay a Nueva York a este lado del Atlántico: si amiguitos, para los que no lo sepáis aun, hablamos de Londres.

Esta noche aterrizo en London, dormiré en un hotel, mañana tengo un día lleno de visitas para encontrar casa, y pasado empiezo a trabajar. La buena noticia es que mi segundo día de trabajo lo pasaré de reunión en Madrid. Afortunadamente no tengo miedo a volar.

Mis sensaciones son positivas, como casi siempre al empezar una nueva etapa, y pese a ser tranquilo por naturaleza, no he podido evitar los nervios de última hora que me han conducido a perder mi DNI en Madrid el fin de semana, olvidarme una bufanda estupenda en el Alaris camino de Valencia ayer mismo, e incluso pedirle con un gran sonrisa al policía del control de pasaportes del aeropuerto de Valencia “¿Le importaría ponerme un tampón de salida? Es que es una ocasión especial ¿sabe?”. Pequeña confusión lingüística – en francés tampon no es lo mismo que en español –que ha pillado desprevenido al policía. Yo no le veo tanta gracia a este propósito más bien escatológico, pero el hombre se ha caído de la silla y aun está riéndose.

En cualquier caso, iré relatando esta aventura en el blog, que ya me he acostumbrado a sentarme un par de veces por semana a intentar escribir algo que sin decir gran cosa, cuente algo. Veremos si soy capaz de mantener este ritmo con mi nueva condición de currante con horario de oficina. Si lo hago, las nuevas historias londinenses se solaparán con antiguas batallitas de NYC que aun me rondan la cabeza.

Así que aunque ya no esté en NYC, no hace falta que quitéis esta página de vuestros favoritos, simplemente sabed que The City ahora significa indistintamente Londres o Nueva York.

1 comentario:

pau dijo...

Ara que han posat vols directes de Valencia a NYC, te'n vas a Londres. Espere que et vaja molt bé per allà, Londres és una passada de ciutat. On vas a treballar? És per a molt de temps?

Un abraç.