sábado, 17 de enero de 2009

... y empieza freaking cold

Que más o menos viene a decir "con un frío de cojones". Así es, ayer la temperatura no subió de -9 °C. Y al acostarme, esta era la foto que había:Nótese que por el viento la sensación de frío era de -22 °C. Precioso. Así que el mejor plan fue aprovechar en familia (es decir con mis roommates Edgar y Laura) la televisión por cable que pagamos religiosamente todos los meses y sus más de 500 canales. Cayó un maratón Clooney-Soderbergh con Syriana (2005) y Michael Clayton (2007), que coronamos con un clásico: El Golpe (1973). Eso sí, todos debajo de nuestras mantitas de abuelo (pertinentemente tomadas prestadas en vuelos oceánicos o adquiridas en IKEA), y armados con sendos paquetes de galletas.

Con mi inteligencia natural, elegí el día de ayer, el más frío que he vivido en NYC hasta ahora, para estrenarme en el gimnasio de Columbia (de la mano de Bernie). El Dodge Fitness Center es un gimnasio construido por debajo del campus de la universidad, con centro de fitness, aparatos, cuatro canchas de baloncesto (incluyendo una central, donde juegan los Columbia Lions la liga de baloncesto universitario), pistas de squash, saunas e incluso una pista de atletismo de 160 m completamente subterránea. Se entra por el lado de la Business School casi en la 120th Street, más o menos un kilómetro desde mi casa. Pues para ir al gimnasio no se me ocurrió mejor idea que ponerme los pantalones cortos, un camiseta y una sudadera e ir corriendo hasta allí.

Creo que nunca he corrido un km tan rápido! Madre mía! Las piernas al aire con -13 °C son lo de menos. Las manos (los puños en realidad, porque se aprietan con fuerza) se congelan, los nudillos se ponen morados a los dos minutos; las diferencias entre correr por el lado de la calle con sol y el lado con sombra son brutales; pararse en los semáforos es una idea nefasta: los huesos duelen hasta el tuétano. Pero lo peor es respirar. Ese aire frío entrando en los pulmones se siente como algo sólido. De repente todos los conductos del aparato respiratorio parecen sólidos, macizos, y uno pasa a ser dolorosamente consciente del lugar exacto en el cuerpo, las dimensiones y los caudales que circulan de aire.

Yo no sé si será mi petite nature mediterránea, pero no logro explicarme la gente que se baña en el hielo, los que corren en Central Park con esta temperatura por muchas capas que se pongan, o los que viven en Siberia o en Milwaukee (donde ayer Paco y Becky reportaron -30 °C).

Y el invierno acaba de empezar, los veteranos dicen que el peor mes suele ser Febrero.

3 comentarios:

Albert dijo...

Creo que en Francia dicen "froid de canard". Por aquí muchos patos no veo, pero tuve que pasar toda la mañana del Jueves averiguando por qué la puerta de una cámara frigorífica industrial se abría sola. Evidentemente cualquier parecido con la puerta de una nevera es pura ficción. Hablamos de una cámara de -25ºC, con un portón de 175 Kg con un tamaño de 5m de alto y 3m de ancho, convenientemente rellenada con un poímero aislante. Además cada 5 minutos se encendía el soplante para mantener la temperatura constante. Baste decir que al abrir la puerta literalmente se ponía a nevar en la parte exterior, cálida, a tan solo 0ºC. Tal era el gradiente térmico, y no me costo mucho vencer el miedo a sufri un choque térmico y partirme en dos cual bloque gránitico de La Maladeta. Mientras tanto, Obama ya está en el tren; como dice Lisa Simpson, "tan ecológico, tan romántico,... tan americano". Y el martes desfile de carrozas y juramento. So help me God!

Rubén dijo...

Nen, igualet que ací: 29º a les 18:54 de la vesprada... Un goig.
ànim!

Anónimo dijo...

Manel, que vages a un gimnàs em sorprén. El anar amb pantalonets curtets corrent amb un fred que pela, ens ha passat a tots els valencians que eixim de la millor terreta del món. Tapa't i cuida't