jueves, 9 de octubre de 2008

Econometría & Procrastination

Esta mañana primer examen de la temporada: Econometría. Bastante bien, pero as usual, todo a última hora, deprisa y corriendo. Los americanos, que en algunas cosas están avanzados de verdad, usan muy comúnmente un término latino para esto: Procrastination. ¡Caramba, nunca sé dónde van las erres en esta palabra!

Y resulta que en castellano también se puede usar. O eso dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua:

procrastinar.
  (Del lat. procrastinare).
    1. tr. Diferir, aplazar.

Sacrificando cierto rigor, en la wikipedia podemos encontrar una explicación algo más extensa. Echando un vistazo a los primeros párrafos, concluyo que soy un procrastinador crónico.

Inmediatamente me asusto, preguntándome si padezco algunos de los trastornos que ahí se refieren, como miedo al fracaso, perfeccionismo extremo, adicción a la computadora, o un tardío síndrome del estudiante.

Tras constatar que los padezco todos, recupero la calma y sigo leyendo para saber si existe algún tratamiento o sustancia, ya sea legal o ilegal, que lo cure o al menos atenúe sus síntomas.

Pues resulta que para esta enfermedad, el gilipollas éste de la wikipedia dice que la única medicina posible es aplicarse el cuento de la abuela: "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". O en su menos inteligible equivalente anglosajón: "Procrastination is the thief of time".

Al menos ahora me muevo en terreno conocido, y puedo aplicar mi terapia de choque habitual, que más o menos versa así: "¿Para qué hacerlo hoy si todavía lo puedes hacer mañana?". Con su corolario inevitable: "Si esperas lo suficiente, lo terminará haciendo otro".

¿O es que os creíais que lo de que tengo alma de funcionario era una broma? Pues no.

Sin embargo, este país debe de estar provocando algún cambio en mí: ya sabéis que he empezado a perder ese cuerpo de funcionario que había estado cultivando en los últimos... ¿8 años?

Y por si fuera poco, desde hace un mes vengo sufriendo otro síntoma extraño y perturbador: por primera vez en mi vida, en lugar de esperar a que se termine (literalmente) toda la vajilla, ¡¡friego los platos justo después de usarlos!! Esto lo tengo que analizar más profundamente, porque coincide con el momento en que empecé a compartir piso aquí en NYC.

Seguiremos informando, o no. (Claro ejemplo de procrastinación)

*Nota: hablando de vecinos célebres, acaban de contarme que un señor que trabaja en Columbia, en el edificio de enfrente del mío, ha ganado el premio Nobel de química.

2 comentarios:

Ruben dijo...

No sabes lo identificado que me encuentro. Pero en este tipo de Master, procrastinar no es un defecto sino un valor. En cualquier caso, lo diseñan para que no te quede otra.
Animo!
Ruben

Rubén dijo...

Jo també soc dels crònics...
Nen, m'he quedat molt intranquil després de llegir-te.
Fem teràpia, fem...
Rubén