viernes, 2 de julio de 2010

Primer aniversario

29 de junio de 2010, Barajas, esperando a embarcar en el avión que me llevará a Londres después de una noche corta y un largo (y por una vez provechoso) día de reuniones en Madrid. Por todo equipaje llevó un maletín con un libreta, un boli Bic, tarjetas de visita, un libro de relatos de Bolaño, mi pijama, mi cepillo de dientes, una muda, una corbata y una camisa. He podido adelantar mi vuelo de regreso y llegaré a las once de la noche de este martes.

Y entonces caigo en la cuenta.

29 de junio de 2009, sólo hace una semana que he vuelto de Estados Unidos. Casi a media noche llego a Gatwick con dos maletas para instalarme indefinidamente en Londres y empezar el 1 de julio mi nuevo trabajo. Me pagan dos semanas de hotel; como la experiencia es un grado, Arnaud un buen amigo e internet una herramienta de gran utilidad, al día siguiente ya nos hemos decidido y el día 11 me mudo al 16 de Lloyd Street.

Un año.

Y en la misma fecha hago el mismo vuelo. Con mucho menos equipaje. Con más familiaridad. ¿Quizás en una metáfora de lo que ha sido o ha significado este año?

No lo sé. No sé cómo me siento con respecto al año pasado aquí. Ni siquiera sé si me debería sentir de algún modo con respecto a esto.

Antes de embarcar, me llega un email de la agencia inmobiliaria. Tras varios e insulsos intercambios, nos proponen un aumento del alquiler del 8% para renovar el contrato de arrendamiento, en lugar del 10% propuesto inicialmente.

Contesto que sí y subo al avión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

---Qué aburrida parece su vida en Londres---
Ojalá España gane el mundial..

Mr. Anónimo