sábado, 17 de julio de 2010

Coincidencias Londinenses: República Española en 2010

Hoy y mañana se cumple el 74 aniversario del fallido pronunciamiento militar contra la República Española que desembocó en Guerra Civil, y ulteriormente en dictadura hasta 1975. Afortunadamente ya no se celebra como antaño el Día del Alzamiento, pero memoria histórica obliga y los anglosajones n'y sont pas pour rien.

Instalados en una (demostradamente desastrosa) estrategia de apaciguamiento hacia los fascismos que proliferaban en la época en Europa y muy especialmente para con Hitler y su Alemania nazi, los británicos forzaron una pantomima llamada "no-intervención" que perjudicó esencialmente a uno sólo de los bandos en la contienda, el leal, republicano, rojo o constitucional. Aunque tentador, es un ejercicio fútil elucubrar sobre el presente de España si otro gallo nos hubiese cantado en aquel momento.

Sin embargo, a la vista de algunos hechos que describo más adelante, podría parecer que los anglosajones, aunque sea de manera inconsciente, aun tienen pequeños detalles que demuestran un latente sentimiento de culpa, o quizás mejor, cierta simpatía por la causa perdida tiempo ha, entre otras cosas gracias a su inestimable ayuda.

No os dejéis engañar, esto es por puro interés: en una elaborada teoría de la conspiración de mi propia cosecha, asevero que algunos elementos subversivos cuyo objetivo es hacer caer la casa de Windsor e instaurar una república en la Commonwealth están utilizando (al igual que Hitler en su momento) al Reino de España como campo de pruebas, intentando desencadenar la III República Española. Pero las bombas que usan no son como las que dejó caer Adolfo sobre Guernica en el primer bombardeo a una población civil de la Historia. Son más sutiles. Y a las pruebas me remito.

Todo empezó en Australia en 2003, en la final de la Copa Davis, donde un complot facilitó a James Morrison una versión "equivocada" del himno de España que, dicho sea de paso, interpretó con gran maestría:



La última de estas acciones desestabilizadoras es la proscripción del famoso polillo que puso de moda Aznar con la banderita de España en cuello y mangas, sustituyéndolo por uno similar pero con la bandera de la República. Se distribuye en grandes almacenes de ropa por todo Londres y por un precio muy ajustado y está haciendo furor: ya he visto a varios compañeros de trabajo vistiéndolo en nuestros casual Fridays, y yo me voy a comprar una docena esta misma tarde, para celebrar el Alzamiento Nacional. Acepto encargos.